Me gustaría decir que todas y cada una de las cosas que hago las hago a conciencia y siendo consciente de cada una de las consecuencias. Pero no es así. Soy imperfecta. Inconsciente. Impaciente. Insoportable. Infantil. Inútil. Inarreglable.
Inigual.





8 de mayo de 2015

As de corazones.

Sacar la baraja polvorienta del cajón y elegir una. Cualquiera. Y jugárselo todo a esa carta. Todo a una sola carta.
Y esa carta eres tú. Tú y tú grandisimo corazón. Cuando me pierdo en los hoyuelos que te salen en la barbilla si te haces el ofendido y me picas. Y tienes esa puta manía de ser mi trébol de cuatro hojas. Eres tan duro como los diamantes, y aun que te rayen e intenten romperte en mil tú aguantas, por que eres una fortaleza. Mi fortaleza. Atraviesas mi alma y me dueles más que mil espadas. Solo tú sabes curar mis heridas mejor que una copa de alcohol.  Mirarte y sentir que no cambiaría ni  un milímetro de tu piel y de tu ser ni por todo el oro del mundo. Y golpeas. Golpeas duro como un basto y me destrozas y me desmontas. Me vuelvo un puzzle de mil piezas a la que le falta una. Y esa pieza eres tú.

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