Me gustaría decir que todas y cada una de las cosas que hago las hago a conciencia y siendo consciente de cada una de las consecuencias. Pero no es así. Soy imperfecta. Inconsciente. Impaciente. Insoportable. Infantil. Inútil. Inarreglable.
Inigual.





7 de diciembre de 2016

Diamonds in the sky.

Y lo más claro que veo ahora mismo es el cielo, 
anunciandose como una promesa de que todo irá bien. 
Lo que no sabemos es que puede ser una falsa promesa 
pegada como veneno en mi piel. 
Grabado a fuego. 
Tatuado a sangre. 

11 de enero de 2016

5 Sentidos.

Déjame que guarde en mi pupila cada mirada furtiva que piensas que no veo.

Déjame que grabe en mis oidos la risa que te arranco aunque no quieras.

Déjame que retenga en mi nariz el olor de tu cuello, que tiene exactamente el hueco a mi cabeza. 

Déjame que en mis manos quede a fuego el tacto de las tuyas.

Déjame saborear cada instante a solas.

Déjame.

Déjate.

10 de enero de 2016

Lo que un día fue.

Un día un dedo te dibuja en la espalda una constelación de lunares y te besa los miedos de todo lo que un día fue.Y tu mundo se detiene. El universo deja de girar a tu al rededor para girar dentro de tu estómago. Te sientes invencible y nada salvo ese dedo te puede tocar y te sientes desfallecer. Te retuerces, gritas en un silencio estremecedor y sufres porque cualquier distancia que no sea a centímetros la notas insalvable. Hasta que ese dedo se fusiona con tus cicatrices y te recompones. Te vuelves de nuevo esa única pieza de tu propio puzzle.

Suerte.

Volverás arrepentido con el rabo entre las piernas y sobre ti caerá el peso de mi ira y el castigo de tu conciencia.

Dulce reminiscencia de infierno que se cuela por tus rendijas. 


Sucia sombra que se oculta y arrastra hasta cegarte.



Suerte.

2 de septiembre de 2015

Hiel.

Si las miradas matasen yo ya estaría muerta. Muerta de frio. Muerta de indiferencia. Muerta por falta de intensidad. Me miras y veo que en tu mirada no hay nada, nada de todo lo que hay en la mia. A veces, dentro de mi exagerada inocencia con respecto a ti, creo que puedo ver una chispa dentro del abismo que separa tu cuerpo del mio. A veces incluso me creo que puedas tener algo del torbellino de ilusion que tengo cada vez que nos cruzamos, envuelto en capas de indiferencia tan finas que siento que con un leve pestañeo tuyo podrían romperse e irse todo al traste. Y apareces en mi horizonte, caminando de la mano con ella y mi mundo se desmorona como si estuviese hecho de migas de pan. Pero sigo estando ahí, reconstruyendo ese mundo cada vez que llega a mis oidos un murmullo de que has preguntado por mi. Es un circulo vicioso en el que me matas y me resucitas cinco segundos después. Y yo, como la tonta que soy, lo disfruto como si mi vida dependiera de ello. Como si mi vida dependiera de ti y de tu mirada.

20 de agosto de 2015

Requiem de libertad.

Él le construyó un castillo en el que ella pudiera protegerse. La convirtió en su princesa y la subió a lo más alto de una torre, donde tenía la mejor vista que nade haya podido imaginar, para que pudiera plasmarla en cualquiera de los artes que eligiera. Pero no sabía que ella era arte. Se especializó en poesía, y como buena poeta sufrió. Lloró tinta y sangró versos. Y de sus lamentos nacieron las rimas más bellas que jamás nadie haya podido escuchar. Letra a letra la princesa descubrió que no se sentía más segura en la torre, sino que estaba prisionera en ella; y el que creía su príncipe era en realidad un dragón que la custodiaba. Entonces se hizo música. Y voló libre hecha notas musicales. Nunca paró hasta encontrar un sitio merecedor de mantener sus vibratos. Casi había perdido la esperanza cuando conoció a un joven. Poeta como ella fue. Le vio llorar las lágrimas más amargas y desgarradoras. Y allí decidió montar su hogar, en una de las lágrimas que brotaban del alma del poeta, ahora teñido de una melodía amarga de libertad.

10 de agosto de 2015

Quiero que me comas a besos

Quiero que me toques y me conviertas en sinfonía. Quiero ser policromía y que me dibujes en tu cuerpo. Quiero ser las palabras que rondan tu mente nerviosa y que plasmas en un papel. Quiero ser esos cuatro garabatos en una servilleta de bar. Quiero ser el ritmo que marca tu pie cuando me esperas en la estación. Quiero ser tu musa y escaparme de tus labios en forma de palabra. Quiero ser el brillo de tus ojos al ver la luna. Quiero ser tu pecho hinchado al poner los pies en el mar. Quiero ser tu alma, y que te fundas con la mía.